¿Cuál será el legado del coronavirus?

¿Un mundo sin turismo más que el local? ¿Se acabarán las conferencias presenciales? ¿Habrá que acostumbrarse a un mundo sin partidos de fútbol con público? ¿Se detendrán los avances tecnológicos? Mientras la pandemia del nuevo coronavirus apenas deja lugar para mirar lo que no sea más que el corto plazo – el conteo de muertes y de datos de infectología – hay procesos profundos que sí se están dando y que a largo plazo podrían generar grandes cambios en la manera en que las sociedaddes se organizan. Lo que sucederá dependerá de, por ejemplo, en qué momento se termine la pandemia y se vuelva a la normalidad que, los especialistas consultados no dejan de advertir que será otra.

De hecho, antecedentes de epidemias que cambiaron las sociedades hay. Tras la de fiebre amarilla de fines del siglo XIX, por ejemplo, la ciudad de Buenos Aires se reconfiguró totalmente: los vecinos abandonaron la zona más afectada,la céntrica –los alrededores de la Plaza de Mayo y hacia el sur–, para habitar las áreas del norte; se multiplicaron las redes de agua y cloacas, y se limitó la cantidad de residentes en los conventillos. En realidad, fue una sucesión de impactos de la fiebre amarilla. El peor fue el cuarto, el de 1872, luego de los embates de 1852, 1858 y 1870.


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